Es el momento en que
los equipos vuelven al trabajo para preparar la próxima temporada, tradicionalmente se asocia este periodo a la
puesta a punto física de los jugadores, que si bien es cierto que es
primordial, no debería ser el único aspecto a trabajar en esta fase.
En el rendimiento
deportivo influyen variables físicas, técnicas, tácticas y psicológicas. Son las últimas las que más se suelen dejar de lado en la preparación del
deportista. Veamos qué aspectos deberíamos trabajar en pretemporada:
- Establecer objetivos: Por un lado se fijarán los grupales que suelen estar vinculados a los resultados (ascenso, permanencia, clasificarse para playoff…). Por otro lado es importante que cada jugador establezca sus objetivos individuales, no solo sobre resultado (marcar o encajar “x” goles, completar tantos pases por partido), sino también sobre rendimiento, como por ejemplo “llegar más a segunda jugada, mejorar en juego aéreo, que se me oiga más en el campo, mejorar toma de decisiones.” Establecer una serie de metas individuales aumentará el compromiso de cada jugador con su propio rendimiento; es importante que los objetivos empujen al deportista lo suficiente como para tener que salir de su zona de confort, pero que sean asumibles, es decir, que supongan un reto no un milagro.
- Identidad del equipo: Una breve introducción de la historia del club en la que además se resalten los valores que le representan. La finalidad es que los jugadores sepan dónde van a jugar, lo que ello conlleva y que en ese proceso de conocimiento comiencen a identificarse con los colores que van a defender.
- Cohesión grupal: Lograr que una suma de individualidades se conviertan en un equipo. Para ello se fomentarán actividades de interacción del grupo mediante tareas durante los entrenamientos y también de carácter extra-deportivo como por ejemplo cenas de equipo, que irán cimentando momentos vividos por todos y construyendo ese espíritu de camaradería que todos los grandes grupos comparten. En este apartado hay que destacar la importancia de facilitar la integración de los nuevos jugadores al equipo con la ayuda de los veteranos.
Estos son algunos de
los aspectos que la psicología deportiva trabaja con los equipos en pretemporada,
aunque también se realiza una labor de asesoramiento a entrenadores durante
esta fase en: habilidades de comunicación y tipo de liderazgo.
Qué se quiere comunicar al grupo y cómo hacerlo es tan importante como diseñar
el modelo de juego del equipo, pero esta explicación daría para otro
post.